MIRADOR DE LA TORRE GRIMINELLA

Estas barras corrugadas dan una imagen que acentúa la permeabilidad visual y la ligereza de la pasarela, favoreciendo la posibilidad de contemplar la torre e integrándose mediante un bajo impacto visual. El acero de las barras, que no entra en contacto en ningún momento con los escombros de la torre, se integra en el paisaje mediante el color oscuro y terroso del óxido de protección natural de las barras. El hecho de ser un elemento calado, facilita la evacuación de aguas, reduce las sobrecargas, y no requiere de mantenimiento, con la excepción de las plantas que puedan crecer en las inmediaciones de la misma. La rugosidad del corrugado de las barras permite ser un elemento apto por no tener deslizamientos en superficie favoreciendo el uso.
Por otro lado existe un componente de elemento singular, ligero y que invita y anima a explorar su integración paisajística, la resistencia y solidez, dotándolo de un carácter atractivo para el excursionista.