Se sitúan tres edificios blancos en una posición intermedia entre el paisaje y los tejidos urbanos de Reus. Entre ellos conforman un espacio de relación entre los inquilinos de las nuevas viviendas. La volumetría sencilla y el color blanco dan un carácter sereno y mediterráneo al lenguaje de los nuevos edificios. Los métodos constructivos son de gran sencillez y no requieren esfuerzos especiales ni tecnológicos.
Las 98 viviendas tienen 50m², son accesibles por un pasillo abierto al exterior y disponen de un pequeño patio-jardín o terraza. Todas las viviendas tienen doble fachada y ventilación cruzada. Se trata de edificios con gran inercia térmica debido a su construcción mediante muro de carga; la envolvente y acabado final de la fachada constituyen el mismo aislamiento del edificio. La ventilación natural y la doble orientación de las viviendas, hace que todas dispongan de irradiación solar durante el día. No es necesaria la iluminación artificial. El conjunto está dotado de plafones solares en la cubierta para el suministro de agua caliente, y la construcción se ha realizado con materiales biodegradables y reciclables.